Como surgió La Exclusiva

Después de casi dos años frenéticos de puesta en marcha, de prueba-error, de emoción y desesperación, de mucho trabajar, de estudiar, de mucha ilusión y sobre todo, de muchas personas encontradas en el camino, que nos han querido, apoyado y ayudado mucho, nos hemos parado a hacer balance y queremos contar, en primer lugar, quiénes somos y como hemos llegado aquí.

Vicky, CO de La Exclusiva: Soy una chica soriana, tengo 29 años y he dedicado, hasta ahora, mi vida profesional a la cooperación al desarrollo. Llevo trabajando casi ocho años en la ONGD Cives Mundi como técnico de proyectos, principalmente en América Latina, Caribe y recientemente en África.

Mi trabajo me apasiona, he aprendido mucho, muchísimo, sobre muchísimas cosas, pero me voy a centrar en contaros una. Todos estos años me han hecho darme cuenta de que hay otra manera de resolver problemas sociales que no sea solo cargando el peso en las administraciones, ya sea local, regional o nacional. No siempre existe una Administración como la nuestra, desde luego no como la de antes de la crisis y tampoco como la de ahora, que creedme, a pesar de que tiene sus carencias….tiene infinidad de ventajas. Pienso que no siempre han de ser ellos los que  resuelvan todos los problemas sociales (ojo, algunos sí, por supuesto…), y en mi opinión, creo que una empresa o emprendimiento social es la opción correcta para solucionar algunos de los problemas sociales, ahora mismo no resueltos.

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Foto realizada por Jaime Díez en el  “European Social Entrepreneurship and social finance spring meeting” junto a mis compis emprendedores.

Hugo, Jefe de ventas de La Exclusiva: Soy un chicho soriano, 38 años, de Serón de Nágima concretamente. Es un pueblecito de unos cien habitantes, a 50 kilómetros de la capital, situado en la zona del campo de Gómara. En el año 1994 puse en funcionamiento un pequeño negocio de venta al pormenor y venta ambulante, con cinco tiendecitas, que abastecía a gran parte de los habitantes rurales de por aquí.

Con el paso de los años, ¡nada menos que unos 20!, los pueblos han ido perdiendo habitantes, los  más jóvenes se marcharon a la ciudad, los más mayores desaparecieron, y algunos que aún quedan, no son suficientes como para mantener la estructura de gastos que hasta 2013 veníamos soportando.

 

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Foto realizada por Jaime Diez

Vuelve Vicky a hablar: El 20 de julio de 2013 llegó el momento de cerrar nuestras tiendas, con una gran pena en el corazón (y en la cartera…no nos engañemos, las cosas como son). Pero no sólo por el negocio, sino por  lo que el paso del tiempo, y en los últimos años la crisis, le ha hecho pasar a las zonas más aisladas de nuestra provincia, en la cual Hugo ha crecido… y ha visto, poco a poco, prácticamente desaparecer.

El 31 de junio de 2013 fue el día que les contamos a los clientes que no sólo habían perdido el bar, la farmacia, la línea de autobús regular, y lo más importante, ¡LA GENTE!, sino, que desde ese día tampoco iban a tener tienda para hacer algo tan básico como realizar la compra semanal.

Este anuncio tuvo una repercusión enorme. Jamás habíamos pensado que fuéramos tan importantes en la vida de todas estas personas. Hasta el punto de que, después de transmitirnos su preocupación por la inseguridad que nuestra partida les suponía (¡¡que no sabían dónde iban a comprar!!) se planteaban marchar de su casa y alquilar un piso en la capital e incluso en casos en los que no tenían familia, barajaban el ingreso en una residencia de la tercera edad.

Ese día, créanme, fue durísimo y el más largo en años. La gente que nos conoce y nos quiere lo sabe… Pero entonces ¡¡se nos ocurrió una idea!! Que quizás existía alguna manera viable de que, a través de un sistema logístico organizado, pudiéramos seguir llevándoles la compra. Pero la clave sería hacerlo desde una ‘central’ en la capital (hoy Hipermercado E.Leclerc, del que os hablaremos en el siguiente post), y no con cinco tiendecitas, como hacíamos antes, ahorrando así los costes fijos de cinco alquileres, cinco recibos del agua, cinco recibos de la luz, e incluso los gastos de gasolina. Sería una manera de que nuestros antiguos clientes pudieran seguir haciendo la compra como antes.

Además, y con el objetivo de que a estas personas mayores no les supusiera un coste añadido, nos pusimos en contacto con El Hueco (www.elhueco.org, del que os hablaremos en la siguiente entrada), para ver si entre todos teníamos una idea de negocio sostenible, que permitiera al cliente pagar exactamente lo mismo por el producto que si residiera en la capital, y que fuese esa ‘central’ la que asumiese el coste del transporte de La Exclusiva, y no el usuario. Hoy podemos decir que se puede hacer la compra desde el pueblo sin que suponga un coste añadido.

A partir de este momento nos pusimos ‘al lío’: estudio de campo, presentación a concursos, planes de negocio, creación de la SL, negociación con proveedores… Mil pasos y pequeñas batallas que fuimos librando y superando poco a poco.

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Esta foto está hecha en la que entonces era nuestra casa, el día que decidimos ‘tirar para adelante’ con La Exclusiva (que aún no tenía nombre y del que os hablaré algún día!). Con nuestro coche y una encuesta que escribimos en casa una tarde, nos fuimos a recorrer la provincia de Soria para diseñar cinco rutas de 24 pueblos cada una, y un número de aproximadamente 1.000 familias como potenciales clientes. ¡¡Y lo conseguimos!! ¡¡Vaya si lo conseguimos!!

Personalmente, esta foto me encanta. Para nosotros marca un antes y un después en nuestra vida por dos razones. La primera, porque no teníamos absolutamente NADA más que ilusión y decidimos salir adelante con lo que sabíamos hacer. Ese día decidimos mezclar el conocimiento empresarial de Hugo con la parte social que yo podía aportar… y al final ser emprendedores sociales, que es lo que somos. Y la segunda, porque la que hace la foto soy yo, Vicky, y estoy embarazada en ese momento de 40 semanas. Una semana después, el 28 de julio de 2013, nació nuestra hija Carla. Sí, a la par que La Exclusiva… y no os hacéis una idea de lo importante que fue su llegada a nuestra vida en el momento en el que nos encontrábamos, la fuerza que nos ha dado y la felicidad inmensa que acabó venciendo al sentimiento amargo de un ‘fracaso’ empresarial.

Ha sido impresionante verlas nacer juntas, y os podéis imaginar, en este momento, tras estos dos años de trabajo y amor, lo orgullosos que nos sentimos al ver cómo empiezan a hacerse mayores.

Solo me queda dar las gracias por su apoyo en esta primerísima etapa a nuestra familia. Qué duros fueros esos momentos…y cuánta paciencia, ánimo y amor nos dieron; gracias a mis compañeros de trabajo, que se volcaron en ayudarnos con todos los recursos de los que disponían y aún hoy, lo siguen haciéndo; y por último, gracias a nuestros amigos, que nos conocen tanto, que confían tanto en nosotros y que nunca dudaron de que saldríamos adelante.