Frederic Guallar (al que todos llaman Ike, pronunciado aiki), alumno de ESADE, está haciendo prácticas en El hueco y nos fue asignado a La Exclusiva. Y nada más llegar le propusimos que hiciera una ruta con nosotros. Esta es la crónica de cómo lo vivió.
Lo primero que pensé cuando me ofrecieron venir a Soria a hacer unas prácticas en El Hueco fue:
¿Y qué hay en Soria?
Como persona curiosa y apasionada de la cultura general, empecé a preguntar a mis amigos y familiares que qué había en Soria. Prácticamente nadie sabía nada de esta provincia. Algunos me mencionaron la Laguna Negra, otros pocos la ermita de San Saturio… en ese momento se me pasaron por la cabeza dos posibles hipótesis:
- No hay nada en Soria
- Soria es la gran desconocida.
Por esa misma razón me traje el coche desde Barcelona, para poder corroborar un de las dos teorías.
Me alegra decir que todavía no he cogido el coche y ya he descubierto una cuarta parte de la provincia en un solo día, y he tenido tiempo suficiente para darme cuenta de que Soria tiene todo lo que uno necesita.
Por cosas del destino se me asignó a La Exclusiva, que incluía un concepto ignoto para mí: la Logística Social. Ya para empezar, cuando Vicky nos hizo la presentación sobre cómo funcionaba la empresa y el fin social que tenían, pensé que era una gran idea de negocio y sentí muchísima curiosidad por ver cómo funcionaba desde dentro.
Eran las 22.15 de la noche anterior cuando Vicky me dijo que si me apetecía ir de ruta con ellos al día siguiente. ¡Por supuesto que acepté! Sería el primer contacto que tendría con una empresa social, y ella me daba una confianza enorme.
La ruta del martes estaba centrada en la zona de Pinares y El Valle y partimos sobre las 10.00 de la mañana. Víctor conducía y Vicky iba controlando los pedidos y recibiendo llamadas continuamente. Siempre hay un poco de incertidumbre al realizar tu primer reparto, no sabes cómo van a reaccionar los ancianos al dejar entrar a un desconocido (yo) en su casa; sin embargo me sentí como si entrara en casa de mis propios abuelos. Su bienvenida era acogedora y calurosa y nos ofrecían casi siempre un refresco, que se agradecía mucho en estos días calurosos.
En lo que más me fijé, y que me marcó, fue el denominador común que compartían las personas a las que repartíamos ese día: los ancianos les recibían con una sonrisa en los labios y se les veía la ilusión en los ojos al ver llegar a Vicky y Víctor con la camioneta a hacer el reparto semanal. La reciprocidad en esas miradas de ilusión era evidente: a Vicky y a Víctor les apasiona su trabajo, ven esa ilusión en esas miradas y ellos también tienen esa mirada. En esa situación es cuando me di cuenta del trabajo REAL que está haciendo esta pareja por la gente de Soria. La Exclusiva es mucho más que una empresa social: devuelve la ilusión y da esperanzas a la gente mayor en Soria (y cada vez en más provincias) para que se queden a vivir ahí donde han crecido y tienen los recuerdos de toda su vida. Esa ilusión que se les ve es impagable, y los ancianos se lo pagan con mucho amor y cariño.
Llegamos a las 18.30 a Soria ciudad después de todo el día repartiendo. Cualquiera puede pensar que ocho horas en la furgoneta son largas y pesadas, pero me quedé con ganas de más.
Estoy convencido que encontrarme con Vicky y Víctor ha sido una suerte: en un día me han hecho cambiar mi visión sobre la vida y el mundo. He aprendido y aprenderé infinidad de cosas que nunca me imaginé que querría aprender. Son gente honrada, altruista, trabajadora, preocupada, amistosa y lo dan todo por los que más lo necesitan, y un ejemplo a seguir para mí.
Y ellos en tan solo un día me han resuelto mi pregunta que tenía desde el principio:
¿Qué tiene Soria?
Soria tiene todo lo que uno necesita para vivir en paz y armonía. Gente encantadora, acogedora y agradecida con lo que se hace por ellos, tranquilidad sobrecogedora, paisajes rurales maravillosos, pueblos por los que perderte, cultura de cañas con los amigos… Definitivamente, Soria es la gran desconocida.
Se puede decir que no tiene nada, pero lo tiene todo.
Muchas gracias Vicky y Víctor por mostrarme más de lo que os podéis imaginar.